Lea y siga las instrucciones, después confronte si es lo que quiere

Nos dicen qué hacer y cómo hacerlo, sencillo, solo se trata de leer, no es más que eso y sin embargo pasamos por alto datos que serían importantes y que nos ahorrarían el esfuerzo inútil que en ocasiones le agregamos a las cosas. Existe una cierta inclinación a saltarnos los pasos, a interpretar sin leer lo que tenemos qué hacer, y es ahí cuando el asunto no funciona bien o no funciona nunca.

Al parecer no es más que un tema de permitir que otros nos guíen, que nos ofrezcan lo que saben, de escuchar y leer sus experiencias, sus propios manuales y luego de hacerlo entrar, ahora sí, en la interpretación, en la valoración de eso que se nos dice y confrontar desde nuestra propia experiencia lo que nos sirve o no del manual.

Leer es un acto que guía todo, pero hemos mal aprendido que la lectura solo se refiere a códigos escritos. Decimos que no somos lectores porque no tenemos un gran inventario de libros leídos; pero lo cierto es que siempre estamos leyendo, y francamente creo que en ocasiones lo hacemos muy mal. Llegamos a lugares, personas o situaciones y, sin hacer una lectura previa, sin comprender el manual por el que se guían, de entrada, los confrontamos.

Pero ¿qué es lo que nos pasa? ¿Por qué pensamos —ocurre a veces— que todo lo que debíamos saber ya lo sabemos? Aprender es un proceso constante, exigente y estimulante, entonces ¿por qué nos negamos a hacerlo?

Se me ocurre que cuando negamos el manual del otro —o de lo otro—, su código de relación, y nos lanzamos a confrontarlo empecinados en nuestro propio manual, nos excluimos del diálogo. Así, todo lo que está afuera nos parece extraño y difícil de comprender solo porque no lo leemos tal y como es. Nos sacamos abiertamente de la ecuación y nos convertimos en factores únicos, y eso así no funciona o funciona mal.

Supongo que ser un buen lector es también una disposición personal para entrar en contacto con todo lo otro —que es enorme— y que enriquece ese “yo” que tanto apreciamos y defendemos[1].



[1] Me demoré para entender que el control del televisor funciona como funciona y no como yo quisiera, igual me ocurrió con el celular, el computador y con algunos buenos amigos que tengo.

 

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